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Porfirio Rubirosa |
Visionario, seductor y caballeroso
Visionario, seductor, perfecto caballero, así era el dominicano Porfirio Rubirosa. Diplomático, piloto, polista y boxeador. También fue un gran conversador dotado de una labia fascinante y de muy poco pudor, que conquistó a las mujeres más ricas, famosas y deslumbrantes de un mundo en el que el glamour era protagonista.
Bajito de estatura, no especialmente guapo, su persistencia le hacía lograr todo lo que se proponía. Era de la opinión de que para salir con mujeres no había que ser rico sino aparentarlo.
Sobre Rubirosa se han dicho muchas cosas pero quizá lo que más nos acerque a su personalidad son las palabras que le dijo a un amigo: "Si tú quieres entablar una conversación con una joven que te agrade, especialmente en la calle, sólo tienes que acercártele y decirle 'Por favor ¿podría usted decirme donde queda la acera de enfrente?', cosa que ella va a encontrar muy extraña y pensará que usted busca un motivo tonto y hasta jocoso para conocerla. De ahí puede surgir una conversación que podría convertirse en una amistad o quién sabe hasta en un romance".
Descaro, impudicia, era su método de seducción.
Rubirosa nació en 1909 en San Francisco de Macorís,
República Dominicana, en el seno de una familia de clase media.
Cuando tan sólo tenía seis años de edad, su padre, quien era militar, fue nombrado Jefe de la Legación diplomática dominicana y la familia se trasladó a París en la Europa de la Primera Guerra Mundial.
El mudo de Rubi (apelativo familiar por el que más tarde sería conocido por la "
jet set") se transformó. El ambiente bohemio y cosmopolita de la ciudad donde transcurrió su infancia fue determinante en la formación de su personalidad, siempre inclinada a los placeres más mundanos.
En 1926, su familia se transfirió a Inglaterra pero Rubirosa (entonces con 17 años) se quedó en Calais (Francia), donde conoció al príncipe Ali Khan, con el que mantuvo una amistad que duró toda su vida.
Fue también en el Instituto de Calais donde nació la leyenda del tamaño desproporcionado de su miembro viril, leyenda sobre la que más tarde se haría una guaracha que cantaban en medio mundo: "¿Qué será, será lo que Porfirio tendrá?".
Sus padres y hermanos regresaron a Santo Domingo y dejaron de enviarle dinero, por lo que inició su 'carrera' como amañador de combates de boxeo.
Coinciden en el tiempo la muerte de su padre y la llegada al poder en República Dominicana de Rafael Leónidas Trujillo, del que sería yerno y sicario, en 1930.
Tal como le prometió a su padre en las últimas horas de agonía, ingresó en la Universidad para cursar la carrera de derecho, pero el destino le llevó por otros derroteros cuando conoció a Trujillo; el dictador dominicano quedó deslumbrado ante la desbordante personalidad del joven, y le otorgó el cargo de oficial de su guardia personal.
No fue hasta dos años después cuando Rubirosa conoció a Flor de Oro Trujillo, la hija del mandatario y primera esposa del legendario seductor.
Una Trujillo, su primera conquista
Trujillo, que tenía otros planes para su hija, entró en cólera cuando se enteró de las intrigas amorosas entre su protegido y Flor. De inmediato destituyó a Rubirosa y lo encarceló.
Pero la insistencia de la niña, que estaba encaprichada con "Rubi", ablandó al 'Jefe' y en 1932 permitió la boda. Con este acontecimiento celebrado como si fueran miembros de la realeza, inició su carrera como "playboy".
En 1936, Trujillo lo designó delegado de la legación dominicana en Alemania, rango diplomático que le sirvió para entrar en las altas esferas europeas de la época.
Sin embargo, su matrimonio se fue a pique y Trujillo le declaró persona 'non grata' en Santo Domingo, además de quitarle su cargo. Aunque el divorcio se verificó en 1938, la relación amor-odio entre Rubirosa y Trujillo no acabó, siguieron con sus disputas y reconciliaciones hasta 1961, año en que fue ajusticiado el tirano.
Un enamorado de ricas y famosas
Tan solo dos años más tarde (en 1940), en una fiesta conoció a Danielle Derriaux, la actriz más de moda en la Europa de entreguerras y se enamoran. Contraen matrimonio en 1942 en Vichy (Francia). Rubirosa empezó entonces a ser conocido internacionalmente.
Pero los continuos viajes para rodar que tenía que realizar la actriz sumados al hecho de que Rubirosa, quien como buen
"bon vivant" adoraba el dinero, conoció a la excéntrica periodista y heredera de una de las mayores fortunas del mundo: Doris Duke.
Su círculo social se convirtió cada vez más exclusivo, amigo de actrices, magnates y aristócratas y, en 1947, se casó con Duke, con la intervención del FBI que le obliga a firmar la renuncia ante cualquier derecho sobre el capital de su futura esposa.
El matrimonio se instaló en palacio del 46 de la Rue Bellechasse, donde continuaron con una vida social repleta de placeres y fiestas, son asiduos a su mansión Ava Gadner, John Kennedy, los Rotschild, el majarahá de Jaipur, Frank Sinatra, entre otros...
Trujillo, conocedor de la proyección internacional de "Rubi", en ese momento un miembro activo de la
"jet set", le regaló la embajada que el vividor eligiera. Rubirosa, que había descubierto el encanto del polo, poseía un equipo de este deporte llamado Cibao-Pampa, escogió Argentina, la meca de esta actividad hípica.
Durante toda su estancia en la capital bonaerense se dedicó a esta afición y a los aviones y no trabajó pues como él mismo decía: "No me sobra tiempo para trabajar".
Pero, nuevamente, Trujillo le priva de su cargo como embajador y vuelvió a París, donde Duke harta de las infidelidades le pidió el divorcio pero le regaló un avión, la casa de Bellachase y una asignación de 25 mil dólares anuales a condición de que no vuelva a contraer matrimonio.
Su relación más tormentosa
A principios de los años cincuenta, durante su hospedaje en el Hotel Plaza de Nueva York conoció a Zsa Zsa Gabor e inició la relación más tormentosa de toda su vida, aunque no llegó a casarse con ella.
La actriz húngara le introdujo en Hollywood, donde se divirtió con las grandes celebridades de la meca cinematográfica: Dean Martin, Rita Hayworth, Ava Gardner, Kim Novak, en este momento de desenfreno e inestabilidad sentimental conoció a Barbara Hutton, la riquísima propietaria de los almacenes Wolwoorth's.
Se propuso conquistarla y lo consiguió, casándose con ella en 1953, tras haberle hecho pagar sus deudas en el casino.
El matrimonio duró solo tres meses en los que el galán nunca dejó de ver a la mujer de la que seguía enamorado, Zsa Zsa.
Hutton fue sin duda alguna su mejor negocio, consiguió 3 millones de dólares, un avión, una hacienda en Republica Dominicana, un Lancia Aurelia y 15 yeguas para su gran pasión, el polo.
Hutton, que antes de Rubirosa estaba ya bastante desequilibrada, aquejada de anorexia y bulimia, y sumida en el pozo del alcoholismo, tuvo que sufrir terribles humillaciones durante su enlace con "Rubi", que en su última cena juntos pidió a la orquesta que interpretara
"I’m just a gigoló".
Porfirio volvió a Zsa Zsa hasta que en 1955 conoció a la modelo y actriz francesa Odile Rodin que le aportó la serenidad que necesitaba en su madurez. Se casó en Longchamps, por primera vez el tarambana empeezó a llevar una vida más sencilla.
Trujillo le concede la Embajada de Cuba, donde se trasladó con su joven esposa, pero la sociedad de La Habana no le recibe bien, pues su reputación le precede.
Volvió a París y ya no se dedicaría más que a jugar al polo. Murió el 16 de julio de 1965 cuando se dirigía con su Ferrari a comprar emparedados tras una juerga. La última.
Una película sobre su vida
En la actualidad
se prepara una película sobre su vida, para el papel protagonista se barajan actores como George Clooney, Antonio Banderas, Benicio del Toro o Benjamin Bratt.
Mientras que para encarnar los papeles femeninos se está pensando en Salma Hayek como Flor Trujillo, Cameron Díaz o Mira Sorvino para el papel de Zsa Zsa, Nicole Kidman y Uma Thurman ambas para los dos personajes de Hutton y Duke y Monica Bellucci como Darrieux.
Entre los posibles directores que se están considerando para el filme se encuentran Steven Soderbergh, Robert Rodríguez, Brian De Palma, Alfonso Arau y Gregory Nava.