Madonna le puso ritmo al Super Tazón, la noche del domingo, con un espectáculo que incluyó algunos de sus temas más populares.
El terreno de juego se transformó en una especie de máquina del tiempo, pues la cantante cruzó épocas musicales con un remix que inició al ritmo de su emblemático "Vogue". Esta vez fue el imperio romano que la inspiró para llegar hasta la tarima escoltada por un ejército de gladiadores. Apareció en un trono dorado, sobre el cual bailó.
Una vez en tarima, continuó con el tema "Music", al lado del grupo LMFAO, mientras se paseaba por unas gradas tipo estadio. De ahí pasó a su nuevo tema, "Give Me All Your Luvin'", que interpretó rodeada de porristas y junto a las cantantes M.I.A. y Nicki Minaj, quienes participan vocalmente en el tema.
Cuando podía parecer que ya no quedaba tiempo para más, tratándose de que contaba con menos de diez minutos para su parte, Madonna se remontó a la década del 80 al incluir unas líneas de "Open Your Heart", al ritmo de una banda y sus tambores. Para cerrar, escogió "Like a Prayer", junto a Cee Lo Green, tema en el que se le unieron un coro con decenas de integrantes que llenaron la tarima de un extremo a otro.
El campo de juego, que a lo largo del espectáculo sirvió para proyectar variedad de imágenes alusivas al repertorio, quedó a oscuras para que al final pudiera leerse una inscripción que leía World Peace ("Paz mundial").
Así las cosas, Madonna aderezó el evento deportivo con un montaje musical que debió resultar atractivo para televidentes de diferentes edades. Bailó, fue elevada en los brazos de sus bailarines e hizo rutinas acrobáticas.
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